La Suite Nupcial ofrece un guion original sobre un tema de gran actualidad e interpretado con maestría tanto por Carlos Iglesias como por Eloísa Vargas y por Verónica Perona, a quienes tuve la oportunidad de saludar y de conocer al terminar la obra.
El diálogo entre Fidel y Marisa en la intimidad de una habitación de hotel muestra al espectador la magnitud del abismo de incomprensión que se puede abrir entre un hombre y una mujer. Es la “guerra de sexos” a la que él, interpretado por el actor Carlos Iglesias, se refiere en algún punto de la discusión con Marisa, su compañera de trabajo, a la que ha llevado al hotel para culminar una traición a su esposa. Está ambientado en La Suite Nupcial, como se llama la obra de la que Carlos iglesias es también guionista y que forma parte de Las noches de la suite.
La puesta en escena y la ambientación de la obra comienza en la planta baja, donde los 50 espectadores esperan hasta que el personal del hotel los conduce a una de las suites de lujo donde les esperan copas de cava, cócteles y canapés del Chef Luis Bartolomé frente a las espectaculares vistas de Madrid que ofrecen estas habitaciones de lujo del hotel NH Eurobuilding.
Después de un rato para moverse por la lujosa y enorme habitación con balcones, se conduce a los espectadores a otra habitación contigua, donde eligen uno de los asientos dispuestos en torno al sofá y al trozo de salón donde se desarrolla toda la obra.
Llega entonces Fidel acompañado de Elvira, la “gobernanta del hotel”, interpretada por Eloísa Vargas. Mantienen una conversación conducida por la curiosidad de ella por saber qué le ha llevado a él a contratar semejante habitación y por la preocupación de él por el precio. Desde el principio quedan patentes la necesidad de dar más explicaciones de las necesarias, las inseguridades, los miedos y la angustia de un hombre y de una mujer que no se conocen de nada pero que tienen necesidad de justificarse, quizá a causa de su insatisfacción, de su frustración y de su dolor biográfico.
Son el haz y el envés: ella, frustrada por ser la amante de un hombre que no se decide a dejar a su mujer y él, un hombre que había decidido subirse al que quizá sería el último tren que pasaría a su lado. Pero decide mentirle a Elvira al decir que reservó la habitación para pasar un fin de semana romántico con su esposa.
Por fin se queda solo y llega Marisa, interpretada por la actriz Verónica Perona. Discuten desde el principio por toda la tensión, la ansiedad de dos nuevos amantes, la desconfianza, las diferencias entre las expectativas de él y las de ella, los miedos y todo lo que rodea a un hombre de cierta edad, con familia, que está a punto de acostarse con ella, a la que llamó “guapa” un día en la oficina sin medir las posibles consecuencias. Una de las virtudes del guion radica en la transparencia que le ofrece al espectador para conocer el proceso que los llevó hasta ese momento por medio de un diálogo que fluye de forma natural y que está cargado de sentido del humor.
Lo que en un principio parecía que iba a desembocar en un fin de semana para dar rienda suelta a una pasión contenida se convierte en una cadena de malos entendidos que comienzan cuando suena un teléfono móvil. “Ah, mira, un Whatsapp, es mi esposa”, dice Fidel, que le había mentido con un supuesto viaje de trabajo a París. La confusión aumenta cuando ella llama por Skype para ver unas vistas de Paris y cuando, de pronto, vuelve Elvira a la habitación para darse cuenta de que no se trataba de ningún fin de semana romántico con la esposa del desconocido con quien se había sincerado minutos atrás. La obra ofrece un desenlace con una tensión y humor en aumento, y con un inesperado final cargado de humor.
Me fui de La Suite Nupcial con la sensación de que la experiencia justifica con creces los 35 euros de entrada por un guion original sobre un tema de gran actualidad e interpretado con maestría tanto por Carlos Iglesias como por Eloísa Vargas y por Verónica Perona, a quienes tuve la oportunidad de saludar y de conocer al terminar la obra.
Carlos Miguélez Monroy
Periodista
Twitter: @cmiguelez