Todas mis experiencias en la vida se vertebran en la música que me ha acompañado en distintos momentos y etapas: la escuela, los amores y desamores, las amistades, las sorpresas, los desencuentros y las traiciones, el fútbol, los éxitos, los fracasos, las decepciones, los gozos y las soledades.
Resulta inevitable asociar canciones con ciertas épocas o con personas concretas. A veces vuelven sin que uno quiera, cuando suenan en un bar, en una tienda o en la radio que nos “agarra” desprevenidos.
A menudo me pasa que apenas ahora entiendo las letras que entonces sólo tarareaba, aunque también es verdad que no siempre iba mal encaminado.
Comienzo con Casta Diva esta nueva sección del blog, «canciones«. La escuché por primera vez en la película 2046, en el cine con unos amigos periodistas, después de mi segundo viaje a Marruecos. Que disfruten esta versión interpretada por María Callas y con imágenes de esa gran película, una de mis favoritas, de las que más mensajes he extraído en mi vida. No me canso de oírla y, ahora que he encontrado la letra en Internet, de cantarla (pero a solas, no heredé los genes de mi abuelo Miguélez, un gran cantante asturiano emigrado a México).
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Casta Diva, che inargenti
queste sacre antiche piante,
a noi volgi il bel sembiante
senza nube e senza vel…
Tempra, o Diva,
tempra tu de’ cori ardenti
tempra ancora lo zelo audace,
spargi in terra quella pace
che regnar tu fai nel ciel…
Carlos Miguélez Monroy
Periodista
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